Tras haber grabado las Invenciones a dos voces y las Sinfonías de Johann Sebastian Bach, en este mismo sello de Dynamics, el pianista italiano Andrea Bacchetti (1977) graba ahora las siete Toccatas de Bach que llevan la numeración BWV 910-916. Se trata de siete obras juveniles que datan de los años de Weimar (1708-1717)  o incluso son anteriores. No se conserva manuscrito de estas siete toccatas y seguramente Bach nunca las concibió como una colección, sino como piezas sueltas. Sin embargo no hay dudas sobre su autenticidad, ya que hay numerosas fuentes para ellas en manuscritos contemporáneos, lo cual indica que entre los alumnos y seguidores de Bach estas toccatas fueron bastante populares.
Alberto Basso escribe sobre ellas que presentan una especie de «prototipo de la forma concierto», «con sus estructuras complejas, mezcla de diferentes estilos, basadas en soluciones y ritmos contrastados, y en marcadas oposiciones dinámicas. De hecho, es el principio del concierto el que domina, con sus diálogos entre soli y tutti, pero con amplios espacios para la invención libre en el estilo de la toccata "passeggio" o con estricto respeto por el estilo de la fuga.»

Creo que a estas alturas ya no tiene sentido discutir la pertinencia de grabar a Bach al piano. Entre otras cosas porque tiene mucha más tradición que el interpretarlo al clavicembalo o clavicordio. Desde que Clementi introdujo las obras de Bach en sus tratados pianísticos y lo consagró como uno de los principales maestros del piano -que es el modo en que fue conocido hasta muy avanzado el siglo XIX- sus obras para teclado nunca dejaron de ser interpretadas. Todavía en las escuelas de música de todo el mundo Bach es uno de los principales compositores que trabajan los alumnos desde el principio de sus estudios.

Pasando ya a la interpretación de Bacchetti, un pianista que ha grabado mucho Bach, ya que además de las Sinfonías e Invenciones en Dynamic, tiene también en el mercado las Suites Inglesas (Decca), las Variaciones Goldberg (DVD, Arthaus) y las Variaciones Goldberg y cinco piezas del Clavierbüchlein (Dynamics, 2011), y lo que destaca en primer lugar es su claridad textural, la limpieza de su pulsación, y hasta cierto punto -y lo digo del modo más positivo- su sencillez.

Hay que profundizar un poco más para ver que esta sencillez no es tal. Como es bien sabido por cualquier artista, nada hay más difícil que dar esa sensación de sencillez o naturalidad, de que lo que se está haciendo es simplemente lo que hay que hacer. Su versión es poco romántica pero muy convincente, y da la clara sensación de seriedad en el abordaje de las partituras, de haberlas estudiado bien y sobre todo con paciencia, dejándolas hablar por sí mismas, que es algo que falta en muchas interpretaciones, donde se nota que el intérprete no ha tenido tiempo o paciencia para acercarse humildemente a la partitura y dejarla madurar. Personalmente me gustaría en ocasiones que Bacchetti se lanzara más, que fuera más "caprichoso" en el sentido que se le daba en el siglo XVIII al término, pero este me doy cuenta de que este deseo está muy influido por la actual moda de los grupos que hacen una música vivaldiana, bachiana o haendeliana especialmente "peculiar".

Sin embargo si nos atenemos a lo que comenta Basso sobre las características de estas toccatas -y el concepto de Basso es mucho más correcto que el mío-, la interpretación de Bacchetti es impecable. Se oyen claramente las "soluciones y ritmos contrastados", las "marcadas oposiciones dinámicas", los diálogos solo-tutti, y en general las "estructuras complejas" donde se mezclan pasajes libres con otros férreamente contrapuntísticos.

Hablando del canon hace unos días con una amiga que también está en esto de la música, me preguntó si todas las obras de Mozart eran canónicas o sólo lo eran aquellas que estaban en el repertorio, y me dejó desconcertada con la pregunta. Racionalmente creo que todo Mozart, como todo Bach, son parte del canon, pero de lo que no cabe duda es de que uno sólo se siente afectado por lo que conoce, por lo que toca o escucha. Y en ese sentido, Bacchetti nos hace un maravilloso regalo al grabar estas toccatas, que privadamente se tocan bastante, pero muy raras veces se oyen en concierto -no son obras de lucimiento- y mucho menos se graban. Sólo por este regalo ya se merece todo nuestro agradecimiento. Que además lo haga tan bellamente es un doble regalo.
Este disco ha sido enviado para su recensión por Andrea Bacchetti (www.andreabacchetti.net)

Este artículo fue publicado el 06/04/2011